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Portugal - España [Recurso electrónico] : perímetros políticos, ritmos económicos António Martins da Cruz y contestación…Carles Alfred Gasóliba i Böhm

Por: Martins da Cruz, António.
Colaborador(es): Gasòliba i Böhm, Carles Alfred | Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras.
Tipo de material: TextoTextoEditor: Barcelona : Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras , 2021Descripción: 137 p.ISBN: 978-84-09-34188-7.Tema(s): Política internacional | Economía | Portugal | EspañaGénero/Forma: DiscursoRecursos en línea: DESCARGAR DOCUMENTO Resumen: España y Portugal llevan cerca de nueve siglos compartiendo la geografía de la Península Ibérica. Durante estos siglos, portugueses y españoles han ido acumulando recuerdos de una historia unas veces común, otras veces paralela, y durante siglos conflictiva. Sea como fuere, ambos tienen una percepción distinta de dicha historia. La adhesión conjunta de los dos países a la Unión Europea ha sido el mayor cambio cualitativo del que ha sido objeto su relación. Por primera vez en su historia, los dos Estados peninsulares comparten los mismos objetivos estratégicos en Europa y el resto del mundo. Asimismo, el cambio ha sido determinante en la relación económica y financiera, ya que la vía Europea ha aproximado a los dos países. España era el quinto cliente y sexto proveedor y socio económico de Portugal allá por 1985, justo antes de la adhesión. Pero pronto se convertiría en el primero y llegaría a ser responsable de entre el 25 % y el 30 % del comercio exterior de bienes y servicios de Portugal. La propia España exporta e importa más de Portugal que todos los países de América Latina. Las inversiones en ambos sentidos tuvieron un efecto multiplicador en la presencia de empresas de cada Estado en el otro. La presencia española es especialmente significativa en la banca y la inversión portuguesa en España tiene gran relevancia sobre todo en el sector energético. La dependencia de Europa será una constante en el desarrollo de las economías peninsulares, que deben superar la fase de producción intermedia y periférica para lograr una mayor incorporación tecnológica e innovación. Los gobiernos y las empresas deben saber adaptarse a las nuevas tendencias estructurales de la sociedad internacional, lo que se refleja inmediatamente en el ambiente económico.
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España y Portugal llevan cerca de nueve siglos compartiendo la geografía de la Península Ibérica. Durante estos siglos, portugueses y españoles han ido acumulando recuerdos de una historia unas veces común, otras veces paralela, y durante siglos conflictiva. Sea como fuere, ambos tienen una percepción distinta de dicha historia. La adhesión conjunta de los dos países a la Unión Europea ha sido el mayor cambio cualitativo del que ha sido objeto su relación. Por primera vez en su historia, los dos Estados peninsulares comparten los mismos objetivos estratégicos en Europa y el resto del mundo. Asimismo, el cambio ha sido determinante en la relación económica y financiera, ya que la vía Europea ha aproximado a los dos países. España era el quinto cliente y sexto proveedor y socio económico de Portugal allá por 1985, justo antes de la adhesión. Pero pronto se convertiría en el primero y llegaría a ser responsable de entre el 25 % y el 30 % del comercio exterior de bienes y servicios de Portugal. La propia España exporta e importa más de Portugal que todos los países de América Latina.

Las inversiones en ambos sentidos tuvieron un efecto multiplicador en la presencia de empresas de cada Estado en el otro. La presencia española es especialmente significativa en la banca y la inversión portuguesa en España tiene gran relevancia sobre todo en el sector energético. La dependencia de Europa será una constante en el desarrollo de las economías peninsulares, que deben superar la fase de producción intermedia y periférica para lograr una mayor incorporación tecnológica e innovación. Los gobiernos y las empresas deben saber adaptarse a las nuevas tendencias estructurales de la sociedad internacional, lo que se refleja inmediatamente en el ambiente económico.

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